22.2.10

Tú.

Hace días que no hablamos, ¿dónde te has metido?

Los días pasan y sigo sin tener noticias tuyas.  Parece como si huyeras de mí, como si tuvieras miedo de hablarme. Entiendo que estés molesto, y que pienses que soy una pesada, pero no entiendo por qué después de todo lo que te dije tienes esa actitud conmigo. Se ve que no me creíste. Qué tonta fui al pensar que me ibas a hacer caso, cuando en realidad tu táctica de “asentir y sonreír” significaba sin duda que a los dos segundos irías corriendo a contarles todo a tus amigotes. Y ellos, como siempre, tergiversarían las cosas para luego difundirlas a todo el mundo haciéndome quedar como una niñata estúpida y desesperada.

¿Qué pasa, que te da vergüenza que te vean conmigo? Sí, ya sé que no soy la Barbie Malibú, pero soy una persona humana y, como tal, tengo una dignidad (y ahora es cuando salta la gente diciendo “pero qué dices, si eres un animal” y cosas de esas). Y al ser una persona, ¡oh, sí, sorpresa, tengo sentimientos! Y las cosas me duelen tanto o más que a ti. Y sobre todo, me duele tu indiferencia; me duele que no tengas las agallas para decirme lo que me tengas que decir a la cara; y que consientas todo lo que están haciendo tus amigos.

Basta ya de juegos, que ya eres mayorcito. Basta de pretender que todo va bien y que lo que está sucediendo no tiene importancia. Por favor, abre los ojos. Hay una panda de niñatos insensibles (no es por ofender, es que todos los tíos sois así) aprovechándose de una situación más o menos ¿graciosa?, ¿sorprendente? No, esto es algo inherente al ser humano que pasa en todo el mundo cada minuto. Así que no entiendo por qué tienen que montar un espectáculo de todo esto, un espectáculo que me hace quedar mal a mí.

Y sigo sin entender qué he hecho mal para que me pasen estas cosas; porque siempre es la misma historia, siempre la historia acaba mal, yo hecha polvo y tú echándote unas risas a mi costa. ¿De verdad crees que me lo merezco? Dímelo sinceramente. Basta de medias tintas y verdades a medias. No soy una niña pequeña, tengo la edad suficiente como para entender lo que me tengas que decir.

Te pediría perdón, claro, si hubiera hecho algo que mereciera una disculpa, pero sinceramente creo que esto no es algo por lo que tenga que disculparme. ¿Pedir perdón por sentir lo que siento, perdón por algo que yo no he escogido? No, y si piensas eso es que estás muy equivocado.

¿Y sabes qué? Me he cansado de estar esperando toda la vida por alguien como tú. Yo también merezco ser feliz,  ¿y sabes qué? Me he cansado de ser yo la que tome siempre la iniciativa, la que siempre me acerque a hablar contigo cuando ha pasado algo que creo que es conveniente discutir. Y si no sabes ver todo esto que me estoy tomando la molestia de escribir, es que no vales la pena, y no mereces ni una sola más de mis lágrimas.

3 comentarios:

  1. Me encanta, aunque es realmente triste.
    No me gusta que te sientas así y sin embargo adoro cómo escribes cuando no te sientes bien.

    A ti te sirve para desahogarte, y a mí me permite sentirme más cerca de ti.

    tequiero♥

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  2. WOW! O_o Siento no haber comentado antes, me pasé, pero no pude, ya te lo dije ayer. Que, por cierto, siento haberme ido y no haber estado más rato con vosotras, pero se fueron y ya me costó encontrarlos >.< Otro día, a ver si te veo un poco más xD
    Y en cuanto al texto... Asqueroso
    Es la única forma de describir a las personas así. No se merece nada, ni un pensamiento, ni una palabra.
    No hay mayor desprecio que no hacer aprecio.
    Te leo, Ali! ;)
    Un beso!

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  3. A pensar en algo más digno jovencita. (lo digo como si tuviera mil años pq a veces así me siento) Sí; recién me dije eso a mi misma: a pensar en algo (bueno, bueno, sí: alguien) más interesante. Hay gente buena, madura y menos insensible en el mundo, por desgracia, no siempre es fácil encontrarlos, pero eso es cosa de paciencia.

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