26.5.10

Todos nos vemos obligados a tragarnos nuestras palabras alguna vez.

Siempre te dije que nunca descargaría mi furia contra ti. Lo dije una y mil veces, me convencí a mí misma de que nunca podría enfadarme realmente contigo, que era imposible odiar a alguien a quien quieres. Pero todo ello lo dije sin pensar, sin pararme a razonar un segundo, sin saber cómo eras realmente.
Y me di cuenta. Caí en la conclusión de que no eres más que un niñato malcriado, que si alguna vez me hablaste fue por pena o por interés; que tu definición de aprecio está muy lejos de igualarse a la mía. Y sobre todo, me di cuenta de que las ilusiones, al igual que los castillos de naipes, se derrumban al más mínimo suspiro. Y es entonces es cuando me di cuenta de que fui estúpida al prometerme cosas que quizás no sería capaz de cumplir.


Tal vez por eso debí ver la otra cara de la moneda antes de precipitarme a tomar una decisión. Debí ver más allá de tus intensos ojos y tu enigmática sonrisa. Debí recordar que no es oro todo lo que reluce, y tú no eres más que una pobre imitación - atractivo, sí, pero a la vez frío y falso.

Como ves, todos nos vemos obligados a tragarnos nuestras palabras alguna vez. Y si voy a entrar en tu juego, al menos voy a jugar a tu mismo nivel: un juego de falsos que no son capaces de decir la verdad a la cara. Un juego de cobardes.

20.5.10

Que te den.

Escribiría una entrada para decirle a cierta persona que las cosas que dice me molestan, para decirle que me fastidia su actitud, que, coño, tengo sentimientos, y que me duelen las palabras tanto o más que los actos.

Podría decir cosas como estas y muchas más, podría decirle que SE OLVIDE DE MI VIDA, JODER! y que deje de actuar como un niño pequeño escribiendo sobradas o alimentando rumores sobre mí.

Pero no merece la pena gastar mis energías ni mis neuronas por un gilipollas inmaduro e infantil que se aburre y no sabe qué hacer para quedar bien ante los demás. Y sinceramente, esa no es manera de quedar bien.

16.5.10

This is war.

I believe in nothing
Not the end and not the start
I believe in nothing
Not the earth and not the stars
I believe in nothing
Not the day and not the dark
I believe in nothing
But the beating of our hearts






I believe in nothing
One hundred suns until we part
I believe in nothing
Not in satan, not in god
I believe in nothing
Not in peace and not in war
I believe in nothing
But the truth in who we are

15.5.10

Reminiscence.

Es increíble cómo una simple canción, un perfume, una fotografía, pueden recordarte tantas cosas. Y no importa cuánto luches, esos recuerdos están anclados en tu mente, guardados para siempre en los recovecos de tu cabeza.


Porque, aún ahora, todo me recuerda a ti.