6.10.10

Dirty Little Secret.

Tras dieciséis años de vida, he llegado a la conclusión de que no me conozco a mí misma. O al menos, no tengo ni idea de cómo funciona mi cabeza.
Soy incapaz de olvidarme de ti, de ti, de ti y de ti. A pesar de que en mi mente y en mi corazón haya nuevos inquilinos, el recuerdo de los antiguos sigue presente durante días, semanas, meses, incluso años. Aún trato de hacer contacto visual contigo cada vez que te veo de lejos. Aún intento llamar tu atención de alguna forma. Y aunque las cosas han cambiado, y aunque mi corazón (supuestamente) te olvidó, no puedo dejar de pensar un mínimo de tiempo en ti. Y si te veo con otra la furia invade mi cuerpo, es un acto reflejo, no lo puedo controlar. Y si me sonríes, siento el impulso de sonreírte, y si me hablas no puedo evitar no pasar de ti.


Porque tu recuerdo está tan presente y es tan fuerte, que por mucho tiempo que pase, será imposible borrarlo. Pasar página nunca se me dio muy bien, y las chispitas de lo que llegué a sentir por ti siguen encendidas, debatiéndose entre apagarse definitivamente o avivarse de nuevo.

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